Natalia Aznar, ingeniera de desarrollo en Irontec, impulsa el proyecto Inspira para el fomento de la vocación científico-tecnológica entre las niñas

| Irontec

Desde Irontec, es nuestro compromiso apoyar y participar en proyectos para la igualdad entre mujeres y hombres en el mundo tecnológico. Por esta razón surgió la idea de participar en el proyecto INSPIRA promovido por la Universidad de Deusto. Natalia Aznar, desarrolladora en Irontec, ha participado como mentora de este proyecto pionero en Euskadi para el fomento de la vocación científico-tecnológica entre las niñas, basado en acciones de sensibilización y orientación, que imparten mujeres profesionales del mundo de las STEAM. Hemos querido entrevistarla para conocer su paso por este proyecto así como su papel como mujer tecnóloga. 

Háblanos un poco de ti... quien eres, cuantos años tienes, que formación tienes, a que te dedicas en tu día a día...

Tengo 25 años, y soy Ingeniera Informática, con un máster en Ingeniería Web. Me dedico a desarrollar soluciones open-soruce que facilitan la vida de otras personas.

¿Qué dinámica de trabajo se lleva a cabo en este proyecto pionero?

Se emplea la técnica del mentoring grupal. Para ello, se establecen unos temas para tratar (estereotipos, el papel de la mujer en la tecnología...) y se insta a las niñas a que hablen entre ellas. De esta forma se consigue descubrir sus inquietudes, sus dudas y sus opiniones respecto a los distintos temas. Esto facilita ayudarlas en todo lo que necesiten. La participación es crucial en esta dinámica.

¿Qué te ha empujado a participar en el proyecto Inspira? Cuéntanos un poco cómo surgió todo...

Conocí el proyecto a través de Javier Infante, socio de Irontec. Solo tuve que echar un vistazo a mi alrededor para darme cuenta que es muy necesario empoderar a las niñas para que estudien carreras STEAM. Por ejemplo, en Irontec solo estamos dos mujeres trabajando en el ámbito tecnológico, y hasta hace un año yo era la única.

¿Cuáles son las ideas principales que se le pueden transmitir y que intentáis plasmar en las sesiones que hacéis con las niñas para que se inclinen por carreras técnicas?

En las sesiones intentamos plasmar los distintos ámbitos en los que la presencia de las mujeres es inferior a las de los hombres, y se les plantea si realmente piensan que nosotras no podemos hacer lo mismo que los hombres. También se les habla un poco sobre las profesiones STEAM, y se hace una incisión sobre los estereotipos que hay en algunas de ellas. En este ámbito, mi profesión es un claro ejemplo del daño que los estereotipos pueden hacer, ya que casi todo el mundo tiene una imagen mental formada sobre un informático.

Por otro lado, se habla sobre la necesidad de que las mujeres estén presentes en estos ámbitos. La diversidad siempre es buena, nosotras podemos ofrecer otro punto de vista distinto y tenemos que estar representadas en las carreras STEAM. Finalmente, el objetivo de que estas sesiones las impartamos mujeres del ámbito STEAM es que las niñas nos conozcan, y tengan un referente de mujeres tecnólogas cercanas.

¿Qué te transmitieron las niñas en la primera sesión de Inspira?

En el centro ya les habían explicado un poco lo que íbamos a hacer en las sesiones, y estaban muy emocionadas e ilusionadas por las clases. Al acabar la sesión, alguna incluso me preguntó por qué no podemos hacer dos horas en vez de una.

Todavía son bastante jóvenes, tienen 10 años, y no daban crédito de la cantidad tan ínfima de mujeres que estudia carreras tecnológicas. Es agradable ver lo claro que tienen que las mujeres podemos hacer lo mismo que los hombres. Y realmente espero con estas sesiones que no se les olvide nunca, y que lo recuerden sobre todo a la hora de escoger lo que van a estudiar.

Si las sesiones se imparten para los niños también, ¿cómo actúan los niños?

Las sesiones se imparten también a los niños, pero en clases separadas.

El problema que se plantea aquí es que el número de mentoras es limitado. De hecho, algunas estamos llevando a varios grupos de niñas (yo llevo a dos) para que todas tengan oportunidad de participar en el proyecto. Por lo tanto, no hay suficientes mentoras, y las clases a los niños, en la mayoría de los casos, las imparte un profesor del centro.

Aunque separarles pueda parecer un poco contradictorio con lo que queremos transmitir, se ha considerado necesario para que las chicas puedan expresar libremente lo que piensan y sienten. El año pasado, al terminar el proyecto, se les pasó una encuesta a las niñas que participaron en el proyecto, y la mayoría dijeron que preferían que las clases siguiesen siendo separadas. Fue curioso ver como los chicos estaban más impactados que las chicas porque yo fuera ingeniera, pero, a parte de eso, no sé como fueron las sesiones con ellos.

¿Has percibido en esas niñas prejuicios a la hora de hablar de su futuro? ¿O todavía no están coartadas?

La mayoría todavía no entiende muy bien porque hay menos mujeres en los ámbitos STEAM. Surgió una duda bastante curiosa, me preguntaron si no hay presencia femenina porque no nos dejan. Pero, aunque en este ámbito no lo entiendan, me comentó su profesora que en fútbol, tienen claro que es para hombres. Y no se creían que al Athletic femenino va mejor que el masculino. En temas de baile, es solo para ellas, y no se creen que haya hombres que bailen mejor que mujeres. Supongo que lo prejuicios empiezan por aquí y se van extendiendo a otras profesiones.

¿Tuviste tú alguna referente cuando eras niña?  Qué te motivó a ser ingeniera...

Desde pequeñita me han gustado las asignaturas cientifico-tecnológicas (matemáticas, física, dibujo técnico...). La profesión de mi padre también se ubica en esta rama, y me ayudó mucho a mantener el interés en este ámbito

¿Cómo fue tu decisión de estudiar una ingeniería informática?

En este punto tengo que dar las gracias a mi madre (gracias mamá!) ya que tengo que reconocer que es una carrera que yo ni siquiera me había planteado. Fue ella la que me la propuso, ya que desde pequeña me ha interesado la tecnología, y me ayudó a conseguir toda la información referente a la carrera.

En mi colegio, en  el último año, había una asignatura opcional que era programación. Así que esto me permitió conocer un poco más las tareas que ahora desempeño día a día, y fue decisivo para estudiar Ingeniería Informática.

¿Qué cambiarías en el sistema educativo actual para impulsar que las mujeres se orienten a carreras STEAM?

Realmente pienso que el proyecto Inspira va por buen camino. Hay que hablar con ellas y disipar sus dudas respecto a las carreras STEAM. También nos comentaron en las formación a las mentoras que las chicas tienden a minusvalorarse en las asignaturas científico-técnicas. Considero que cuando se detecta a chicas con intereses en este ámbito, habría que, de alguna forma, potenciar su interés y demostrarlas que son tan capaces como ellos.

¿Sufriste algún tipo de estereotipo cuando te inclinaste por estudiar una ingeniería informática?

Una de las cosas que oí sobre mi carrera es que los que la estudiamos es porque es la ?Ingeniería fácil?. También he oído cosas sobre la fama que tenemos las mujeres que decidimos estudiar esta ingeniería, que realmente prefiero no contar.

Por suerte, todas estas cosas se han acabado al empezar a trabajar. Por ver el lado bueno de las cosas, las mujeres que trabajamos en ámbitos tecnológicos, al ser pocas, estamos bastante cotizadas. Está claro que esto es una discriminación positiva hacia nosotras pero, a veces, para acabar con una discriminación negativa, es necesario hacer todo lo contrario hasta que se equilibren las cosas.

¿Echas en falta mayor representación de mujeres en el sector tecnológico? ¿Qué crees que se podría hacer desde el mundo empresarial para potenciar la captación de talento femenino?

Realmente hacen falta muchas mujeres. Ya no se trata simplemente de igualdad, también está el hecho de que, obviamente, hombres y mujeres tenemos nuestras diferencias. Tiene que haber mujeres en el desarrollo tecnológico que se encarguen de que nuestras necesidades también estén cubiertas en este ámbito. 

Y está el hecho de la cantidad de tecnología que consumimos. Hace falta que un gran porcentaje de la población se dedique a este sector para suplirla, y va a llegar un momento en el que, únicamente con los hombres, no dé. El hecho de que las mujeres no participen en este sector implica que estamos renunciando a un 50% de la población, entre el cual puede haber mentes realmente brillantes. La primera programadora, sin ir más lejos, fue una mujer, Ada Lovelace.

¿Contactaron contigo para ser mentora? ¿cuál es el aporte de Irontec a este proyecto?

Para ser mentora basta con ponerse en contacto con Inspira y trabajar en alguna profesión STEAM. Como he comentado antes, me enteré del proyecto gracias a Javier Infante, socio de Irontec. La empresa realmente me ha ayudado bastante con este proyecto. Todas las sesiones con las chicas salen de tiempo cedido por Irontec, y le han dado visibilidad al proyecto a través de las redes sociales.

Las niñas lo podrán vivir en vuestras sesiones pero, ¿qué le dirías a una madre o padre que lee esto?

La labor de las familias es crucial en el futuro de las chicas. En mi caso, fue mi madre la que me impulsó se Ingeniera Informática. Creo que es importante detectar los gustos de las niñas, motivarlas, apoyarlas y hacer todo lo posible para que ese interés no decaiga. Y, sobre todo, que sepan que, a pesar de lo que la sociedad diga que tiene que hacer, que sepan que tienen todo el apoyo de sus padres para ser lo que ellas quieran ser.

¡Muchas gracias Natalia!

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