Nube pública y soberanía digital: cómo no perder el control de tus datos

| Irontec

Migrar a la nube pública es una decisión cada vez más habitual en las organizaciones que buscan flexibilidad, escalabilidad y reducción de costes. Sin embargo, todavía persiste una idea extendida: que este movimiento implica perder el control sobre los datos y quedar atados a un único proveedor.

La realidad es distinta. Con el diseño y la ingeniería adecuados, es posible desplegar soluciones 100% cloud manteniendo soberanía digital, independencia tecnológica y capacidad de maniobra para el negocio.

¿Por qué muchas empresas temen perder soberanía en la nube pública?

 La nube pública ofrece ventajas claras: escalabilidad inmediata, pago por uso, reducción de costes iniciales y acceso a servicios de última generación. Pero también despierta dudas. La principal es la percepción de pérdida de control: los datos se alojan en infraestructuras de terceros y las aplicaciones dependen de su ecosistema.

Esto genera miedos legítimos: ¿Qué pasa si quiero cambiar de proveedor? ¿Mis datos cumplen con la normativa de protección europea? ¿Estoy condenado a un "lock-in" que limitará mi flexibilidad en el futuro?

 El riesgo no es tanto la nube en sí, sino cómo se diseña la arquitectura y qué grado de dependencia se acepta al elegir el stack tecnológico.

Soberanía digital en la nube: ser agnóstico es la clave

 La soberanía digital no depende del lugar donde se alojan los datos, sino de la capacidad de la organización para decidir qué tecnologías utiliza, cómo integra los servicios y qué nivel de control mantiene sobre la información.

Ser agnóstico tecnológicamente significa que las aplicaciones, comunicaciones y sistemas no quedan cautivos de un único fabricante o proveedor cloud. En lugar de adoptar un stack cerrado, se construyen soluciones abiertas, modulares y con capas de ingeniería que permiten mover cargas de trabajo, integrar servicios de distintos proveedores y, en definitiva, mantener la libertad de decisión.

Con este enfoque, la nube pública deja de ser un riesgo y se convierte en un entorno flexible donde la empresa conserva la potestad sobre su estrategia digital.

Caso real: Finalbion, fintech con soberanía en la nube

Finalbion es una fintech que opera fuera de la regulación bancaria clásica y no está sujeta a marcos como la normativa Dora ni a supervisión del Banco de España. Esto le otorga agilidad, pero también la obliga a garantizar por sí misma la seguridad y el control de sus datos en un sector muy sensible.

Con Irontec diseñó un despliegue 100% en nube pública, pero sin renunciar a la soberanía digital. A través de procesos de ingeniería avanzados, se integraron soluciones abiertas y se establecieron capas de control que permiten a la compañía decidir cómo y dónde se procesan sus datos, sin quedar atada a un único proveedor.

El resultado: Finalbion disfruta de toda la flexibilidad del cloud -escalabilidad, costes predecibles, velocidad de despliegue- con la tranquilidad de mantener la independencia tecnológica y la capacidad de maniobra necesarias para un negocio en crecimiento.

Claves para mantener la soberanía en la nube pública

El valor diferencial de Irontec está en su enfoque consultivo y de ingeniería. Para nosotros, no se trata simplemente de "migrar a la nube" y dar por terminado el proyecto, sino de diseñar arquitecturas que garanticen libertad y control a largo plazo.

Esto implica apostar por un diseño modular y abierto que evita la dependencia de fabricantes, de manera que la empresa puede evolucionar sin quedar atada a un único proveedor. También supone crear capas de integración y seguridad que garanticen la soberanía sobre los datos, sin importar en qué entorno estén alojados.

Además, el soporte de ingeniería es continuo y cercano, lo que permite que la solución crezca y se adapte al mismo ritmo que el negocio. Y todo ello bajo un marco de cumplimiento normativo estricto, preparado incluso para sectores especialmente regulados.

De esta manera, cada empresa puede beneficiarse de la nube pública sin renunciar al control sobre lo que más importa: sus datos, su estrategia y su capacidad de decidir.

Libertad en la nube es posible

La nube pública no es sinónimo de perder soberanía. Con el enfoque correcto, puede ser el motor de la transformación digital, siempre bajo control del negocio. Ser agnóstico tecnológicamente y mantener la potestad sobre los datos ya no es una utopía: es una realidad alcanzable con ingeniería y visión estratégica. 

¿Tu empresa está valorando un salto a la nube pública? Te ayudamos a hacerlo sin comprometer tu soberanía digital, con soluciones abiertas, escalables y adaptadas a tus necesidades.

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